La llegada de una embarcación a la deriva a las costas de Japón ha reabierto una serie de casos que jamás se resolvieron en el pasado. A bordo del barco se encontraron ocho cadáveres en descomposición. Todas las miradas apuntan a Corea del Norte.
En estos momentos, las autoridades japonesas intentan identificar a las ocho personas cuyos restos fueron encontrados en un bote de madera que apareció en una playa en la prefectura del norte de Akita. Casualidad o no, el hallazgo se produjo días después de que un grupo de hombres que afirmaban ser pescadores de Corea del Norte llegaran a la misma zona.
Este tipo de barcos sin tripulación o buques con cuerpos a bordo, conocidos como “barcos fantasmas”, se cree que son barcos de pesca de Corea del Norte que llegan hasta las costas de Japón. De hecho, normalmente se encuentran en la costa occidental que enfrenta a Corea del Norte.
El bote encontrado medía unos 7 metros de largo y le faltaban los instrumentos de navegación a bordo. Dos días antes, un barco de madera que transportaba a ocho hombres vivos y con una salud razonablemente buena, apareció en la ciudad de Yurihonjo. Este último grupo explicó que eran norcoreanos que pescaban calamares, y que terminaron a la deriva en aguas japonesas cuando su embarcación experimentó una serie de dificultades.
La agencia Reuters también informó que el fin de semana se encontraron dos cadáveres en la isla de Sado con un paquete de cigarrillos norcoreanos y otras pertenencias con letras coreanas.
En realidad, y como decíamos al comienzo, esta sospecha no es nueva. A Japón llegan de forma regular barcos de pesca de Corea del Norte que se adentran en su territorio, embarcaciones que los guardacostas japoneses suelen tener que rescatar.
Sin embargo, lo más extraño de todo es que también es relativamente normal que lleguen barcos con cadáveres a las costas japonesas. Como explicábamos hace varios meses, este tipo de sucesos llevan ocurriendo desde el año 2013. La secuencia es más o menos similar en todos los casos: una embarcación destartalada, vieja y en muy malas condiciones, con cuerpos en descomposición en su interior.
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